19 septiembre 2016

Concurso de rehabilitación para un Ecobarrio en Bélgica. 2º Premio


El proyecto se ciñe al límite de parcela de la comunidad pero su ambición es formar parte de una idea de ecobarrio que rompe los propios límites de propiedad horizontal. Por ello se establece un área de proyecto vinculante y una zona en la que se incorporan pautas de ordenación.


 En la actualidad existe un salto de escala entre los edificios de nuestro barrio y las viviendas de la ciudad consolidada. Por ello se tallan los volúmenes quebrando la línea de cornisa, dando lugar así, a una imagen más fraccionada, propia de la ciudad existente.

Frente a la propuesta de crecimiento de la ciudad con manzanas cerradas, se plantea una red de patios interiores conectados, copiando la transversalidad de la ciudad consolidada, y que permitan incorporar nuestro barrio como una pieza más de la ciudad, rompiendo el aislamiento al que se ve sometido en la actualidad.

Entendemos que el edificio E funciona como  un hito urbano en el eje perspectivo de la calle, entre la ciudad y nuestro barrio.  El trabajo en esta pieza como un edificio reconocible permite atar el espacio intermedio, extendiendo los límites de la ciudad consolidada hasta nuestra actuación.


En la actualidad existe un salto de escala entre los edificios de nuestro barrio y las viviendas de la ciudad consolidada. Por ello se tallan los volúmenes quebrando la línea de cornisa, dando lugar así, a una imagen más fraccionada, propia de la ciudad existente. Además de aumentar el número de viviendas del plan.

Las acciones de adaptación volumétrica vienen marcadas por la necesidad de captar el máximo de radiación solar. Que permitirá reducir los consumos energéticos de los edificios.

Un edificio central agrupa la gran dotación de equipamiento, apoyado en pequeñas piezas que se ubican en cada uno de los edificios centralizando usos para la generación de una conciencia de comunidad. El equipamiento central actua con carácter urbano.

El antiguo edificio A se transforma en una pieza de equipamiento del barrio con afán educativo, un edificio de conciencia verde que aúna las medidas de sostenibilidad propuestas y las instalaciones centralizadas del  barrio. Todo ello ligado a un programa de guardería y sala polivalente que vinculará a niños y ancianos con el desarrollo bioclimatico del lugar.

La propuesta define un plan de acción para convertir el Quartier de L´isle en un barrio de consumo energético nulo. Para ello se minimizará el impacto en la rehabilitación, maximizando la conservación de estructuras. Se reducirá el consumo aplicando sistemas constructivos propios de una passivhaus, y se incluiran instalaciones de autoproducción energética renovable: fotovoltaica y minieólica.

Las acciones realizadas en el viario van encaminadas a diseñar un espacio de movilidad sostenible donde el peatón es el actor principal. Para ello se modifican los trazados y pavimentos estableciendo zonas de share space, atenuando la velocidad y reduciendo el ruido. Se incluyen zonas de aparcamiento de bicicletas, carril bici y puestos de carga de coches eléctricos, además de realizar una actuación paisajística en los aestacionamientos que permite eliminar el impacto visual de los coches. Todo ello acompañado de aplicaciones y programas para compartir coche.

Para transformar el Quartier de l´isle en un auténtico ecobarrio es necesario afrontar medidas que ayuden a reducir la cantidad de residuos generados. Por ello se propone un proyecto de mínimo impacto (manteniendo lo existente, recuperando los escombros generados y cerrando el ciclo de productos orgánicos), apoyado en acciones sociales que prediquen el reciclaje, la aparición de talleres y mercados de segunda mano.